Voyeur de luna

Hoy he visto a La Luna hacerse la redonda en un pentagrama rayado por aviones a reacción y a Venus contemplando, boquiabierto y envidioso, su belleza al descender por la escala de diosas musicales de la noche.
Sólo momentos así justifican la triste y absurda existencia de los ojos que admiraron estas astrales melodías, la vespertina y azulada orgía de dos astros y el voyeurismo de las lágrimas marinas de un poeta completamente tonto.