Duerme, dulce otoño

Duerme, dulce otoño


Oh, querido otoño, ¿por qué te escondes?
En tu cuna de hojas, deberías yacer,
El viento llama, las ramas esperan,
Es hora de abrazar tu destino.

Duerme, dulce otoño, en tu lecho de tonalidades,
El mundo te espera con susurros verdaderos,
Las hojas susurran historias de amor y esperanza,
Duerme, dulce otoño, en sueños renovados.

Los días se acortan, la brisa se vuelve fresca,
Las tardes pintan escenas en colores para gozar,
Sin embargo, te resistes, sin querer venir
a la cuna de hojas donde perteneces.

Duerme, dulce otoño, en tu lugar dorado,
La naturaleza te espera con ansiosa gracia,
La Tierra anhela tu abrazo,
Duerme, dulce otoño, encuentra tu espacio.

La Luna sonríe brillante, las estrellas suspiran suavemente,
Los árboles te anhelan, mientras los ríos fluyen,
La paleta de colores de la vida, el mundo presenta,
Ven a tu cuna, oh otoño, ¡cumple!

Cierra tus frondosos ojos y sueña,
Momentos de tiempo en una corriente rítmica,
El otoño que eres, con el cambio radiante,
Ven a tu cuna, dentro de su resplandor.

Duerme, dulce otoño, en tu lecho sereno,
El mundo te espera con amplia alegría,
Los pájaros cantan versos del invierno,
Duerme, dulce otoño, en sueños que hilan.

Así, en tu cuna de hojas y aire suave,
El otoño se acurruca, su melodía rara,
Duerme en mi nana, en tu rincón fiel,
Duerme, dulce otoño, sé el otoño que debes.