Tales de Mileto (c. 624 a.C. - c. 546 a.C.) fue un filósofo, matemático, astrónomo e ingeniero griego, considerado el primer filósofo de la tradición occidental. Nació en la ciudad de Mileto, en la costa occidental de Asia Menor (actual Turquía), que en ese momento formaba parte del Imperio Persa.

No se sabe mucho sobre la vida temprana de Tales, pero se dice que fue discípulo de Anaximandro, otro filósofo griego. Viajó por el mundo conocido de su época, visitando Egipto y Mesopotamia, donde adquirió conocimientos de matemáticas y astronomía que más tarde utilizaría en sus teorías filosóficas.

Se le atribuyen varios logros importantes en las áreas de la matemática y la astronomía. Se dice que fue el primero en predecir un eclipse solar y que también desarrolló el teorema de Tales, que establece que si una línea recta atraviesa dos líneas paralelas, entonces los ángulos formados por la línea recta son iguales. También se dice que fue uno de los primeros en utilizar la geometría para medir distancias y áreas.

Además de sus logros en la ciencia y las matemáticas, Tales también tuvo una gran influencia en la filosofía. Él creía que la naturaleza estaba compuesta por elementos básicos como el agua, el aire y la tierra, y que estos elementos eran la fuente de todas las cosas. Esta teoría se conoce como monismo y sentó las bases para las futuras teorías filosóficas sobre la naturaleza de la realidad.

Tales también fue un ingeniero habilidoso y se le atribuyen varios proyectos de ingeniería importantes, como la construcción de un canal para desviar el río Halys y evitar inundaciones en la ciudad de Croesus.

Tales murió en su ciudad natal de Mileto alrededor del año 546 a.C. Aunque gran parte de sus escritos se perdieron, su influencia en la filosofía, las matemáticas y la ciencia continuó siendo importante en los siglos siguientes. Su legado lo convierte en una figura importante en la historia de la civilización occidental.

Tales de Mileto, de quien se dice que fue uno de los primeros filósofos de la historia, sostenía que no había diferencia entre la vida y la muerte. Para burlarse de él, alguien le preguntó:

-Y si no hay diferencia, ¿por qué no te mueres?
-Por eso -contestó Tales- porque no hay diferencia.