Vacío
Se hace el vacío
en mis huesos
y el vértigo me arrastra
sin piedad.
Como hoja al viento,
mi ser se desliza
entre las sombras
de la incertidumbre,
y en la penumbra
de la noche,
encuentro mi soledad.
La brisa susurra secretos
a mis huesos,
y en el eco del silencio,
escucho el latir
de mi corazón.
¿Qué rumbo tomar
en esta danza
de destinos inciertos?
¿A qué orillas llegarán
mis pasos errantes?
El abismo se abre
ante mis ojos,
y el abrazo frío
de la distancia
se hace presente.
Atrapado
entre los recuerdos
y el porvenir,
me pregunto
si algún día
hallaré la paz
en este río
sin fin.
El reloj del tiempo no se detiene,
y yo, como marioneta del destino,
sigo danzando al compás
de lo desconocido.
Las lágrimas se confunden
con la lluvia que cae,
y mi ser se pierde
en la niebla de lo efímero.
Se hace el vacío en mis huesos,
y el vértigo me arrastra sin piedad,
como un vendaval que desgarra
las raíces de mi ser.
En cada latido,
siento la ausencia
de lo que fue
y la incertidumbre
de lo que será.
En el rincón más oscuro
de mis huesos,
danzan las sombras
de los recuerdos,
y el eco de tu voz
se desvanece
como un suspiro
en el viento.
La melancolía se apodera
de mis pensamientos,
y las lágrimas se convierten
en testigos silenciosos
de mis tormentos.
¿Dónde quedaron los días
de risas y abrazos?
¿Dónde se ocultó la luz que iluminaba
mi camino?
En la vastedad
de esta oscuridad,
busco respuestas que se escabullen
entre mis dedos
como el agua
entre las grietas
de la tierra reseca.
¿Por qué se hace el vacío
en mis huesos?
¿Por qué el vértigo
me arrastra sin piedad?