PANDEMONIA
Aún puedo llenar la noche de mis senos ubérrimos: fabricarte la vía láctea en tu boca, dibujar con las albas fuentes que chorrean de mis pezones sobre los ópalos grises y tus labios carmesí.
Aún puedo llenar la noche de mis senos ubérrimos: fabricarte la vía láctea en tu boca, dibujar con las albas fuentes que chorrean de mis pezones sobre los ópalos grises y tus labios carmesí.
Mi boca es la fresa roja que espera. Mi boca es la fresa roja que desea. Mi boca es la fresa roja que besa… La fruta prohibida y el botón de dicha.
Cómo borrar las huellas de tu cuerpo… Mientras lo tuve entre mis brazos, ardió mi piel que, agostada y desnuda quedó como la arena del desierto y, ahora, el deseo es mi único oasis insaciable.
Te alimento de frescas y deliciosas bayas rojas, visto tu cuerpo con el mío y calmo la sed de tus labios lamiendo con los míos tus heridas.
Hombres y mujeres que no me amaron. Como una gota de veneno en el mar, así los hombres y mujeres que no me amaron han desaparecido para siempre de mi vista, de mi olfato, de las yemas de mis dedos…
Como una gota de veneno en el mar, así los hombres y mujeres que no me amaron han desaparecido para siempre de mi vista, de mi olfato, de las yemas de mis dedos…
En mi sexo inflamado se encuentra el botón de dicha de mi piel de muñeca y tú siempre lo encuentras… entre mis recónditos labios… entre mis montañosas caderas… entre mis oasis prohibidos…
Eres tan cálido que un leve beso me hace arder al instante. Seré tu incendio, Nerón de mi piel, tu Roma arrasada por un beso.
Rosas y vino, vino y rosas… para regar mi cuerpo para anegar mi vientre para aplacar mis senos. Rosas y vino, vino y rosas… Pasiones de los senos, pasiones de los sexos, pasiones y jadeos…
El cielo para ti, yo prefiero el infierno
Acércate a mi piel con la caricia nívea de las plumas; derriba mi inocencia y mi deseo; que no quepa nada entre tus labios y los míos, tan sólo la lúbrica dulzura del desnudo.
Mi cuerpo es el lecho donde habita el rocío, donde el hombre busca la herida de los labios, donde se mezclan los sueños y el festín de mi ardor fetichista de guerrera.