Gold Rain
Ah, Soledad bajo la lluvia! mi amiga se mojaba todos los días en «la dorada»… y yo era su nube.
Ah, Soledad bajo la lluvia! mi amiga se mojaba todos los días en «la dorada»… y yo era su nube.
¿A que no adivinas por qué me gusta conducir con la marcha metida, Vargas?
Se despertó sobresaltado. La música seguía sonando en el iPod. Y era de nuevo Aretha Franklin con su Think quién le devolvía a la realidad. ¿Dónde había dejado la tableta de chocolate? Le dolía la cabeza. Le había metido garrafón, el jodido camarero, ese jodido novato le había metido garrafón
Junto al espejo del agua, el sauce triste peina sus ramas.
Es extraño las circunstancias que pueden llevarle a uno a hacer esas cosas. Quizás, si lo hubiera pensado seriamente, no estaría aquí. Pero ya no valen las lamentaciones. Estaba realmente en el Tíbet, aunque ni rastro de Leonard por ningún sitio, excepto en mi iPod, del que nunca me separo.
Nunca encontré el andamio del acróbata de mi gusto.
El queso va al rallador a recibir un buen masaje.
El epitafio es el pasquín más inútil que se hace un hombre.
Gracián se adelanta más de tres siglos a Mary Quant: Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Aún no somos lo suficientemente tontos, sólo somos capaces de escribir 4.000 tonterías al año.
El queso y el pie tienen relaciones sexuales.
Salió a la calle, el suelo estaba mojado y se respiraba aire fresco. Poco habitual en esta mierda de ciudad ¿Eh, imbécil? Lo normal es tener el moco más espeso del país y, en un solo día que te las pongas, los cuellos de las camisas más sucios que el