L.S.D. era yo.
Sí, lo habéis leído bien, los Beatles no dedicaron esa canción a un ácido de la felicidad, ni siquiera a una tal Lucy. Las iniciales se corresponden con mi nombre, Lolita Sky Diamonds, y fui yo quién les inspiró esa primera canción psicodélica. Fui yo quién les hizo alucinar, como