Contempla como todo fluye

Contempla como todo fluye

Contempla cómo todo fluye, como el río que serpentea entre los campos, abrazando la tierra con su cauce sinuoso. Observa cómo las hojas danzan al compás del viento, un baile eterno que nunca se detiene.

En el firmamento, las estrellas brillan con una luz ancestral, sus destellos son destellos de historia y de misterio. La Luna, confidente de la noche, observa en silencio el devenir de los tiempos, reflejando en su rostro plateado la belleza efímera de la existencia.

Los árboles, testigos silentes del paso del tiempo, alzan sus ramas hacia el cielo, en un constante homenaje a la vida y a la renovación. Sus raíces se hunden en lo más profundo de la tierra, ancladas en la sabiduría de la naturaleza.

Y tú, en medio de este vasto universo en movimiento, eres parte de la danza cósmica, una nota en la sinfonía del universo. Contempla cómo todo fluye, cómo cada instante es un nuevo comienzo, una oportunidad para crecer, para aprender, para ser.

No te aferres al pasado ni te angusties por el futuro, pues en el eterno fluir de la vida, el presente es todo lo que realmente tienes. Vive cada momento con plenitud, con gratitud, con la certeza de que eres parte de algo más grande, algo que trasciende el tiempo y el espacio.

Contempla cómo todo fluye y encuentra paz en la armonía del universo, en la certeza de que, aunque todo cambie, el amor y la belleza perdurarán por siempre en el corazón del mundo.