Un escritor que exploró la identidad mexicana
Carlos Fuentes fue uno de los escritores mexicanos más importantes del siglo XX, integrante del fenómeno denominado Boom latinoamericano. Su obra ensayística y narrativa reflexiona sobre la historia, la cultura y la política de México, así como sobre los problemas y desafíos de la modernidad y la globalización.
Nacido en Panamá en 1928, hijo de padres diplomáticos, Fuentes vivió una infancia cosmopolita que lo llevó a residir en varios países de América y Europa. Estudió leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México y se doctoró en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Su vida estuvo marcada por constantes viajes y estancias en el extranjero, sin perder nunca la base y plataforma cultural mexicanas.
Su carrera literaria se inició en 1954 con el volumen de cuentos Los días enmascarados, donde ya se aprecian algunos de sus temas recurrentes: el pasado prehispánico, los límites entre realidad y ficción, la crítica a la burguesía y a la revolución traicionada. Su éxito se consolidó con dos novelas que son consideradas clásicos de la literatura hispanoamericana: La región más transparente (1958) y La muerte de Artemio Cruz (1962). En la primera, retrata la complejidad y el caos de la Ciudad de México, con sus contrastes sociales, culturales y políticos. En la segunda, recrea la vida y la agonía de un antiguo revolucionario convertido en un poderoso y corrupto empresario.
Fuentes fue un autor prolífico y versátil, que experimentó con diversos géneros y estilos. Entre sus obras más destacadas se encuentran Aura (1962), una novela breve de atmósfera fantástica; Cambio de piel (1967), una obra compleja que mezcla el erotismo, el horror y la violencia; Terra Nostra (1975), una ambiciosa novela histórica que abarca desde el imperio romano hasta el siglo XX; Gringo viejo (1985), una novela histórica basada en la figura del escritor estadounidense Ambrose Bierce; Cristóbal Nonato (1987), una sátira política ambientada en el año 1992; La silla del águila (2003), una novela política que retrata el México del año 2020; y La voluntad y la fortuna (2008), una novela que aborda el tema del terrorismo islámico.
Además de novelista, Fuentes fue un destacado ensayista, crítico literario, profesor universitario y diplomático. Entre sus ensayos se encuentran La nueva novela hispanoamericana (1969), Cervantes o la crítica de la lectura (1976), El espejo enterrado (1992) y Geografía de la novela (1993). Fue embajador de México en Francia entre 1975 y 1977, y recibió numerosos reconocimientos, como el Premio Rómulo Gallegos, el Premio Cervantes, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Premio Internacional Alfonso Reyes y el Premio Grinzane Cavour.
Fuentes falleció en Ciudad de México el 15 de mayo de 2012, a los 83 años, dejando un legado literario impresionante y una huella imborrable en la cultura mexicana e hispanoamericana. Su obra es una invitación a conocer y comprender la identidad mexicana, con sus luces y sombras, sus contradicciones y esperanzas. Como él mismo dijo: “México es un país que no se acaba nunca”.